El cuidador primario se define como el individuo que acompaña, satisface necesidades físicas y emocionales de una persona que tiene dificultad de cuidarse por sí sola. La mayoría de las veces es un cuidado voluntario, sin embargo; también implica atención en la dinámica, mantenimiento y cohesión familiar.
Atender las necesidades de las personas que rodean a alguien que le resulta difícil cuidarse por sí solo es fundamental, ya que involucran cambios que pueden ser dañinos para quien desempeña la función de cuidador:
- Desgaste físico y mental que genera desequilibrio entre la persona que apoya, la que recibe asistencia y el ambiente.
- Dificultad para comprender el diagnóstico de la persona que cuida.
- Pérdida de motivación a sus actividades.
- Trastornos del sueño.
Algunas estrategias para el cuidador primario son: tener información adecuada acerca del proceso, evolución y atenciones específicas de la persona que se va a atender, procurar tiempos de descanso, valorar los recursos con los que se cuentan: tiempo otros miembros de la familia que podrían sumarse al cuidado, dividir el cuidado con más personas, organizar actividades que le permitan no descuidar sus actividades personales, terapias de grupo o acompañamiento terapéutico con la finalidad de mejorar su estado emocional y calidad de vida.
Psic. Diana Saraí Alcalá Salinas.