Violencia es una palabra que solemos escuchar casi todos los días, en diferentes áreas de nuestra vida como la escuela, el trabajo y también en la familia, en esta última área se le llama violencia intrafamiliar o violencia doméstica. Este tipo de violencia es poco denunciada debido a que los que la viven o padecen se sienten avergonzados y/o atemorizados de pedir ayuda y suelen buscarla cuando ya la situación ha sobrepasado los excesos y muchas veces hasta que llega a la muerte de alguno de los integrantes.
Pero ¿Cómo saber si estoy viviendo violencia?
A pesar de que en los últimos años se han realizado muchas campañas, platicas o talleres acerca de la violencia y sus diferentes formas de manifestarse, aún hay muchas personas que consideran violencia solo lo que se refiere a lo físico ya que los otros tipos de violencia suelen ser silenciosos y pueden llegar a pasar desapercibidos para quienes lo viven llegándolo a considerar como normal, como protección o una forma de mostrar amor.
La violencia intrafamiliar suele manifestase en cuatro formas:
1. Violencia física: esta se refiere a cualquier acción en la que se ejerce fuerza física hacia alguna persona, produciendo dolor, malestar y en algunas ocasiones hasta la muerte.
2.Violencia psicológica: ésta hace referencia a las acciones u omisiones hacia una persona afectando su salud emocional. Se ejerce a través de expresiones verbales y no verbales que van desde los gritos, insultos, ofensas, miradas, amenazas, negar la oportunidad de crecimiento personal como el estudiar o trabajar, privar de la libertad o independencia hasta los silencios e ignorar u omitir a la persona.
3.Violencia sexual: Este tipo de violencia puede expresarse a través de actos como el hostigamiento sexual, violación, tocamientos, forzar a ver o presenciar actos sexuales así como la realización de las mismas, el uso de celos para mantener un control, manipulación o dominio de la pareja, etc.
4.Violencia económica: este tipo de violencia suele ser la más sutil y por lo tanto la que puede pasar con mayor facilidad desapercibida, ya que la persona que está sometida no se da cuenta que está siendo víctima de ella debido a que muchas veces viene disfrazada de protección. Su función es controlar a alguien haciéndolo económicamente dependiente. Por ejemplo; el control y manejo del dinero y los recursos de la familia, exigir explicaciones cada que se necesite el dinero, proporcionar poco dinero a pesar de contar con una buena solvencia económica, disponer del dinero de la persona afectada, privar de comida, vestimenta, etc. Cuando se vive violencia intrafamiliar es importante analizar y visualizar cuales son las redes de apoyo con las que cuenta la persona o personas que lo padecen, es decir, con quien cuenta el sujeto ya sea familia, amigos, etc. Para obtener la ayuda que se necesita, de igual manera es importante que se busque ayuda profesional para trabajar de forma personal o familiar según se requiera.
Por MTF. Alicia García.