Una relación amorosa siempre se enfrenta a innumerables pruebas, situaciones que miden en ambas partes la capacidad de amar, perdonar así como tolerar.
Indiscutiblemente de los retos más graves es una infidelidad, pero,¿qué es ser infiel?
Así mismo como el amor tiene muchas formas y colores, lo mismo pasa con las infidelidades…
Platicar con alguien por internet, mantener una fuerte amistad, tener solo relaciones sexuales, tener solo una conexión emocional sin llegar a culminar un acto íntimo, etc. Cada persona trae una historia que desde la infancia se fue formando, la forma en que vio a sus padres y familia, lo que tomó de sus pares y su contexto social. Siempre venimos arrastrando un boceto de lo que es estar en pareja y de lo que es ser leal pero sobre todo fiel.
Cada pareja termina siendo un choque cultural donde están implícitas creencias que se dan por hecho, sin entender ni tener idea de todo lo que ignoramos de la otra persona que tenemos a lado.
Siempre la comunicación es clave en este tipo de circunstancias y aunque parezca obvio debemos definir cada aspecto importante en la relación, incluyendo entonces su concepto de infidelidad.
En ocasiones parecemos dos buques a la deriva que chocan por los diferentes rumbos de cada cual de la pareja pero se van mediando metas, sueños y deseos. El sentirnos traicionados o heridos por la otra persona puede culminar una relación que se consideraba “fuerte”, de la misma forma puede llegar a unir más a la pareja, pero ¿cómo es esto posible? De entrada no buscando culpables, sino más bien responsables, aquí nadie es bueno o malo, simplemente somos humanos que tienden a tener defectos, ¿de que va a depender? Del trabajar el perdón, de responsabilizarse de lo que a cada uno de corresponde en el tema, de encaminarse a descubrirse y redescubrirse el uno al otro para poder en ese camino decidir si realmente quieren seguir juntos o no, del compromiso de ambos de no volver a romper la confianza, etc. y esto muchas veces se facilita más con la ayuda de un proceso terapéutico el cual sirve con un lente para poder observar esas cosas que nos incomodan y poder tomar decisiones basadas en la objetividad.
Reitero, el decidir continuar una relación después de una infidelidad requiere de la comunicación la cual es clave y sobre todo el sanar cada uno cada reto que se ha puesto en la relación, “estar porque queremos estar” y no sólo por una codependencia dañina de venganzas y desconfianza. Siempre requerimos trabajar estas situaciones con la mayor honestidad posible y desde el amor, no desde el odio y resentimiento.
Si cuesta trabajo entender o dejar ir busca siempre profesionales que te permitan crecer pero sobre todo atrévete a sanar y vivir plenamente después de tantas dificultades.