No podemos negar que mantener una relación estable con la pareja llega a ser un reto y una hazaña en nuestras vidas, sin embargo ¿qué hacer cuando ya la tenemos? ¿Será un vivieron felices por siempre?.
Evidentemente la respuesta es no…
Encontrar a alguien con quien congeniar, que empaten nuestras metas y estilos de vida siempre es un reto pero no algo imposible.
Al inicio todo es maravilloso y fructífero, sacamos lo mejor de nosotros para tener todas las de ganar, sin embargo van saliendo poco a poco nuestras caras ocultas o hábitos que en otros ojos no son tan «positivos» como pensábamos, he allí cuando conocemos a la persona real, con sus matices y contrastes, sus ángeles y demonios, todo se convierte de la fantasía a lo tangible y es justo en ese momento cuando podemos iniciar a catalogar como amar.
El Amar y la relación no es una competencia de velocidad, más bien es de resistencia, de obstáculos diarios.
Muchas relaciones se quedan estancadas y llegan a ser fugaces a pesar de los sentimientos que se tengan mutuamente, hay parejas que continúan por muchos años por la costumbre, esa zona de confort en la que convivimos sanamente pero más como amigos que como pareja como tal. El evitar que nos invada la monotonía es el secreto para una relación en plenitud y llena de pasión, de esa chispa juvenil que vamos dejando apagar.
Es importante darle validez e importancia a las pequeñas cosas que alegran o interesan a nuestra pareja, por más ridículas o insignificantes que parezcan, son pequeños vínculos que nos unen en un conjunto sin dejar de ser individuos, así como un fuerte lazo está hecho de pequeñas fibras y en conjunto aguantan toneladas.
A la vez el reinventarse, explorar y atreverse a más, no sólo en la cama, sino en viajes, planes o retos, los planes a futuro son clave para la unión, podemos sentir la complicidad con alguien, la adrenalina y el miedo al riesgo que en conjunto se enfrenta. Un camino sin metas lleva a separarnos en vertientes pues cada uno persigue metas distintas.
También es importante recordar que una fecha no es un castigo obligatorio para cumplirse, diariamente se demuestran los sentimientos con pequeñas acciones y detalles que nutren nuestra relación, cualquier día es bueno para festejar, para celebrar el amor y entender que son un equipo a pesar de los retos del día a día.
Permítete evaluar tu relación y conversar abiertamente sobre tu percepción a tu pareja, no será fácil luchar contra la monotonía pero no todo está perdido y si consideran que es algo que se les sale de las manos decidan luchar por salvar y recuperar lo que antes eran, lo que fueron y lo podrán llegar a ser, nunca está de más acercarse a profesionales expertos en relaciones para apoyarse y sentirse guiados.
César Luna Camacho
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