Popularmente se dice que “los cambios son para bien” y eso genera expectativas acerca de lo que debería suceder con un cambio como lo es el inicio de un año nuevo, para la mayoría de las personas esto significa generar varios objetivos para ir desarrollándolos en el transcurso del año, estos son en primera instancia, referente al aspecto físico y lo económico pues está íntimamente relacionada la calidad de vida con la cantidad de dinero que se percibe, es importante considerar cuantos de estos deseos son auténticos, es decir, cuántos de ellos fueron analizados y fueron creados con la intención no de “ser o tener más” sino de vivir de forma pacífica y saludable.
Para Sigmud Freud (padre del psicoanálisis), las personas somos seres en falta, es decir, nos encontramos en una búsqueda incesante por lograr más, y si bien, esto en muchas ocasiones nos funciona como un motivante para conseguir muchas de nuestras metas, por ejemplo: la persona que ha conseguido terminar con una licenciatura, desea cursar una maestría o una especialidad, o bien, una en persona dedicada a los deportes, su visión será trabajar y esforzarse hasta obtener los premios y reconocimientos en su especialidad, sin embargo, también se convierte en una tarea que no tiene fin pues pocas veces se llega a un punto de “conformidad”, esta palabra como tal es rechazada e incluso aborrecida, pues se espera que las personas en todo momento estemos en la búsqueda de algo más.
Lo anterior hace que pocas veces miremos y apreciemos lo que tenemos y el lugar en el que estamos, nuestra mirada esta en el futuro, en lo que imaginamos que debe ser nuestra vida y eso genera ansiedad y poca conciencia sobre lo que el día de hoy estamos viviendo o sobre lo que es nuestra vida en estos precisos momentos, que si bien puede que no nos encontremos en el lugar en el que deseamos, es la claridad de cómo estoy llevando mi vida lo que ayudará a que pueda poner en marcha acciones basadas en mi realidad, en lo que realmente necesito, y puede que esto no empate con los planes o deseos de alguien más, lo cual no es malo o incorrecto, pues se trata de personas con necesidades diferentes y eso es en lo que en la mayoría de las ocasiones nutre la convivencia con nuestros seres cercanos.
Algo que es importante tener presente es que si me encuentro comparando mi punto de partida o mi proceso con el de alguien más, seguramente existirá frustración pues el ritmo y las necesidades serán completamente diferentes, así también, algo que puede influir y generar frustración es que mis objetivos estén basados en lo que alguien más me ha dicho que debería desear, es decir, nuestra crianza y la sociedad influyen considerablemente señalando aquello que yo debería tener o hacer, estos objetivos no son genuinos y por lo tanto difícilmente van a producir una satisfacción real pues me encuentro realizando tareas para alguien más y no para lo que realmente requiero o deseo, de esta manera se propone lo siguiente a la hora de plantearte las metas a realizar este año:
- Observa en qué punto te encuentras el día de hoy.
- Da prioridad a tu salud física y mental.
- No compares tus metas o tus procesos.
- Enfócate en el presente, un día a la vez.
- Reconoce cada pequeño avance que tengas.
- Sé amable contigo.
Algo que vino a enseñarnos la pandemia fue que lo más importante que tenemos es nuestra salud, por ello, es importante enfocarnos y dar prioridad a nuestro bienestar físico y emocional, recordando que esto es lo principal para poder hacer los planes necesarios y tener una vida con base a nuestras necesidades y deseos, la cual puede diferir un poco de lo que se nos ha vendido socialmente.
Si uno de tus propósitos de este año es mejorar en lo emocional, no dudes en acercarte a Psicoterapia Integral Metepec (PIM) en donde contamos con profesionistas altamente capacitados que te acompañaran en tu proceso.
Psic. Yarizeth Pino Inocente