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Trabajemos en la tolerancia a la frustración en los menores.

La frustración es una emoción que sentimos cuando los resultados que uno espera no salen como se quiere; por eso es importante reconocer que situación  está generando este sentimiento y cuánto tiempo podemos permitir que nos afecte: nuestro comportamiento, actitud y decisiones en nuestra vida. 

Se preguntarán cómo se puede lograr tener un control y regular la frustración, y la respuesta es a través de la tolerancia, aceptando los comportamientos y permitiendo ideas de otras personas.

Con los menores de edad la mayoría de las veces comienza cuando los padres son sobreprotectores y no permiten que sus hijos afronten el fracaso o que busquen sus propias soluciones. Cuando se experimenta la frustración, es porque no pueden realizar las cosas como ellos quieren, y no están sus padres para solucionar el problema. Al no encontrar otro recurso de adaptarse, pueden comenzar a tener un grado de manipulación para facilitar la satisfacción y conveniencia de esa persona. 

Es importante que como padres de familia sean muy firmes. ¿A qué nos referimos con ser firmes? Poner límites claros de que es lo que pueden y no pueden realizar los menores, y dejar que los niños empiecen a hacerse cargo de cómo manejar esa emoción, enseñándoles a esforzarse a conseguir lo que quieren, aprendiendo afrontar sus desafíos y dificultades sin abandonar sus objetivos. 

Un punto clave en algunas ocasiones es demorar la gratificación de los niños, siendo claros de cuándo y dónde pueden obtener lo que quieren, un ejemplo, es cuando el menor pide un chocolate para este preciso momento, y los padres como su autoridad le mencionan “si vas a tener el chocolate, pero no en este momento, lo vas a tener después de comer”. Eso significa que se está demorando la gratificación, y cuando se logra que los niños comiencen a manejar de una forma controlada ese sentimiento, les ayuda bastante a relajarse y poder resistir para obtener lo que ellos tanto quieren.

Necesitamos fomentar que sean niños autónomos e independientes, donde realicen actividades acorde a su edad, nivel de desarrollo y que sean capaces de superarlo, dándole así la libertad de experimentar el equivocarse y de resolver las acciones sin adelantarnos a darles la ayuda, solamente cuando el niño realmente la necesite y pida; si comenzamos a notar que empieza a frustrarse podemos ofrecerles ayuda, para que comprendan que a veces es beneficioso que otra persona los pueda apoyar en alguna tarea que se les dificulta, y puedan darse cuenta como ese sentimiento puede llegar y al mismo tiempo se puede ir.

El trabajar con la empatía acompañándolos emocionalmente es otro punto clave, cuándo inicien a expresar sus emociones es muy importante reflejarlas y validarlas, un ejemplo es decirles “veo que estás desesperado, es normal sentirse así, porque no siempre tenemos lo que queremos. Pero hay que aprender a decirlo de otra forma”. Esto ayudará que tanto ellos como ustedes puedan conectarse, que se sientan comprendidos, que puedan escuchar, dirigir la acción y guiar la conducta a lo que se quiere lograr.

Seamos el modelo a seguir para los hijos, no solo en palabras sino con acciones de uno mismo, que vean como los mayores afrontan sus problemas en la vida cotidiana. 

Podemos comenzar estrategias de relajación haciendo una pausa, respirando profundamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Para que los niños puedan adquirir esta nueva habilidad, es muy importante que la primera vez que lo practiquen estén ambos relajados para que sea más fácil de aprender. 

En conclusión, es elemental analizar qué tanto estamos en contacto con nuestras propias emociones, qué tanto aceptamos y fluimos cuando no obtenemos lo que queremos, y si no lo hemos podido lograr, detectar el porqué se evade o no se terminan los proyectos; entonces, lo primero es aprender a desenvolvernos mejor para mantener la calma y buscar soluciones en cualquier adversidad que se nos presente, para ser un buen reflejo para nuestros hijos.

En psicoterapia integral Metepec les podemos brindar nuestro apoyo para ayudar a los pequeños y adultos a comprender los beneficios de tener regulación en la tolerancia a la frustración, adquiriendo habilidades de fortaleza, para enfrentar y tener resolución de problemáticas que se te vayan presentando, y facilitando ser una persona resiliente, aceptando y aprendiendo de los cambios para tener una mejor adaptación social y profesional con inteligencia emocional.

Mtra. Erika Gpe. Servín Márquez

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