¿Qué son los hijos? ¿Una extensión de nosotros? ¿Otra oportunidad de vida? ¿Nuestros esclavos?
¿En verdad es posible que seamos conscientes de la responsabilidad que les cargamos incluso antes de nacer con tantas expectativas?
Predeterminamos el rol que desempeñará desde que es pequeño y si por algún motivo muestra individualidad desafiando a las expectativas que pusimos en él se convertirá en un mal hijo que no cumplió su papel y nos “traiciona”.
Tiene tanta presión en el deber ser que pierde de vista lo importante… La autovaloración y aceptación.
Una de las variantes importantes es la orientación sexual, esperamos con ansías que sea “lo más normal posible”, lo más socialmente aceptable “por su bien”. ¿Qué pasa si no cumple con el criterio?
Una preferencia diferente a la establecida no va a desaparecer, lo único que provocamos es alejar y herir.
Los hijos están pasando por un momento crucial donde reconocen y aceptan quienes son, están conformando una identidad de muchos matices, la orientación sexual o identidad de género no es más que una parte de todo un conjunto. No es algo que defina o limite al individuo.
Pará entender la identidad de género podemos pensar en la película de Wall-E, en donde Wall-E lo asumimos como hombre y a Eva como mujer, no tienen órganos reproductivos pero identificamos inmediatamente su identidad. Mientras que la orientación sexual se define según los gustos de la persona.
¿Qué le daremos a nuestros hijos?
Hay de dos sopas… La primera es apoyo, confianza y orientación funcional a sus necesidades , o como segunda opción desde el lado egoísta le damos inseguridad, trasladamos miedos, pero sobre todo rechazo desde nuestra propia ignorancia.
No se trata de que es un reloj descalibrado que debe volver a dar la hora, se trata de un ser viviente buscando su sentido en la vida y como padres es nuestra responsabilidad darle la seguridad y apoyo para que se vuelva en esa mejor versión de sí mismos, siempre con una calidad de vida, integridad y felicidad.
El camino no es fácil, ni lo será, siempre es vital buscar expertos en el tema que nos guíen en los cambios que nos resistimos a qué pasen, hay que educar desde el amor y no desde la ignorancia.
César Luna