Las mentiras y su función psicológica

LAS MENTIRAS Y SU FUNCIÓN PSICOLÓGICA.

Para poder hablar y entender las mentiras y su finción psicológica, primero tenemos que entender que significa mentir. El verbo mentir viene del latín mentiri que significa un embuste con la mente.

Por décadas hemos sido testigo que mentir es una de las herramientas más utilizadas para alcanzar objetivos, y si bien no es ni ética ni moralmente correcto la historia incluso se ha escrito a través de mentiras.

Todos y todas en algún momento de nuestra vida hemos mentido para conseguir un objetivo, por lo que cuando un individuo miente existe un trasfondo que de alguna manera justifica su propia mentira.

Existe una amplia clasificación acerca de los tipos de mentiras con base a su función, aquí abordamos algunas de ellas:

  1. Mentiras evolutivas: Son aquellas que aparecen en la etapa de desarrollo infantil y forman parte del desarrollo cognitivo del infante para que éste pueda diferenciar la realidad de la fantasía. En este tipo de mentiras los adultos de los que el infante esta rodeado toman un papel muy importante en como aborda la mentira que realiza el niño. Comúnmente se le castiga y ridiculiza situación que genera estrés y confusión en el menor, así como la colocación de etiquetas negativas “eres un mentiroso, ya no te voy a creer” … Este proceso puede funcionar como reforzador negativo e impacta en la generación de su propio autoconcepto, es decir, se asume como un mentiroso y paradójicamente con este abordaje negativo, aunque la intención es eliminar la conducta, ésta permanece y se vuelve repetitiva. Lo favorable es que el adulto guíe al niño a concientizar porque lo que dice no es real, ayudándole a mejorar su autoconciencia y valorar la honestidad como una cualidad.
  1. Mentiras esporádicas: Éstas mentiras son habituales en la mayoría de los individuos, tienen como objetivo no magnificar situaciones de conflictos y tienen como función contener la situación. Por ejemplo: ocultar información sin que esto dañe a alguien más, las famosas mentiras piadosas “me levanté tarde y avise en mi trabajo que tuve un percance con el auto para evitar el descuento de puntualidad”, etc. Son mentiras esporádicas, situacionales y no conllevan consecuencias significativas. Si estas mentiras piadosas o situaciones se vuelven continuas podría entonces comenzar a impactar en su día a día en el individuo y considerarlo un conflicto a resolver.
  1. Mentiras egoístas: Tienen como función conseguir un objetivo específico, existe un proceso de planeación y articulación de la mentira, es decir, el individuo miente para lograr algo y planea como hacerlo y si es necesario evade sus principios éticos y morales, por lo que se convierte incluso en una herramienta de manipulación.
  1. Mentiras compulsivas: La función principal de éstas mentiras es crear escenarios imaginarios que alimentan las necesidades internas del individuo. Tienden a ser mentiras fantasiosas, completamente alejadas de su realidad y también se pueden clasificar dentro del trastorno de mitomanía. Aparecen de manera compulsiva y pareciera que el individuo no puede dejar de mentir, el objetivo no es alcanzar una meta externa, sino interna, por ejemplo miente acerca de que en su empleo es la mano derecha de su jefe, esta mentira le da una sensación de reconocimiento, aunque sea completamente falso, sin embargo inconscientemente obtiene una satisfacción momentánea, otro ejemplo sería mentir que se tiene una enfermedad de gravedad para sentir la sensación de atención y preocupación de los demás, inconscientemente se cubre una necesidad de protección y cuidado.

Las mentiras, sin importar su clasificación muestran cierta incapacidad en el individuo para desarrollar habilidades favorables que le permitan responsabilizarse desde la autoconciencia y afrontar las consecuencias de lo que se pretende evitar a través de la mentira. Una persona que suele mentir probablemente tiene dificultades con la toma de decisiones, autoestima, responsabilidad, seguridad en sí mismo, autoconcepto e integración de valores, incluso vivir con alguna adicción. Así mismo impacta en la autopercepción y la imagen que en sus relaciones interpersonales a co creado a través del uso de las mentiras, situación que conlleva a una perdida de credibilidad hacia sí mismo y a su vez que sus relaciones interpersonales se debiliten por ser excluido o excluirse a sí mismo.

Realizar un ejercicio de reflexión acerca de qué tipo de mentiras se han utilizado puede favorecer el abordaje psicológico en caso de que las mentiras estén generando conflictos en el sí mismo y en la forma de relacionarse con el mundo. Por lo que durante un proceso psicoterapéutico se pretende identificar las posibles causas del uso de mentiras como herramienta de afrontamiento y favorecer estrategias y recursos funcionales que suplan la mentira. En Psicoterapia Integral Metepec te brindamos una atención profesional, eliminando los prejuicios que pueden acompañarte al considerarte una persona mentirosa, puesto que la atención brindada es a través del profesionalismo y acompañamiento genuino.

Psic. Gema Atenas González Hernández

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