Los familiares y amigos de las personas que sufren problemas de ansiedad se encuentran ante una situación que, en muchas ocasiones, no saben cómo manejar. Esto puede conducirles a sentirse confundidos y frustrados. Conviene saber cómo actuar para prestar la ayuda adecuada y evitar actitudes o intentos de solución fallidos que contribuyen a intensificar y perpetuar el problema.
Es muy habitual que la persona que padece un problema de ansiedad manifieste cambios en su comportamiento. Dichos cambios pueden ser una consecuencia de la ansiedad, o bien, pueden responder al intento de disimular o esconder el problema (en caso de que la persona sienta vergüenza, miedo al rechazo, o no quiera otros se preocupen). Algunos ejemplos de dichos cambios de comportamiento pueden ser: la disminución del interés por realizar determinadas actividades, las excusas, la irritabilidad, los cambios en el humor, el retraimiento, la evitación de algunas situaciones, búsqueda de mayores condiciones de seguridad, actitudes defensivas (vigilancia, suspicacia, susceptibilidad).
A continuación ofrecemos algunas directrices, secuenciadas, que van desde las acciones más básicas hasta las encaminadas a buscar recursos profesionales externos al entorno familiar, para los casos de mayor gravedad.
Hemos agrupado los pasos a seguir en cuatro grandes categorías: Informarse, contener, brindar apoyo, y propiciar las ayudas externas, si se requieren.
1.Informarse
En primer lugar es conveniente interesarse e informarse de lo que pasa. La información dota de significado o sentido a las cosas, aumenta nuestro nivel de conocimiento sobre ellas, y facilita la toma de decisiones.
2.Contener
Implica mantener una actitud empática y mostrarse dispuesto a ayudar
3.Apoyar
Los principales efectos del apoyo social y del apoyo instrumental son la reducción de los estresores, el incremento de la satisfacción y la reducción de la ansiedad y depresión. ¿ Cómo podemos apoyar? De la siguiente manera:
- Animar al paciente a enfrentarse a los miedos y a las situaciones que los ocasionan. Dedicaremos, regularmente, una parte de nuestro tiempo para incentivar iniciativas de ese tipo: “lo intentaremos mañana por la tarde”.
- Estar muy atento a las opiniones de la persona cuando esta reticente a enfrentarse a los miedos, ya que es posible que tenga excusas bien elaboradas y convincentes.
- Reforzar los avances que va consiguiendo mediante elogios, felicitaciones, pequeñas celebraciones… y, siempre,demostrar satisfacción por los esfuerzos realizados.Además, todo ello influye positivamente en la autoestima del paciente.
- Ofrecer ayuda: sin sobreproteger, que disminuirán a medida que el paciente mejora La sobreprotección no es una buena estrategia de ayuda ya que contribuye a mantener el problema a largo plazo.
- Evitar que el aumento de la ansiedad: puedes facilitar condiciones que limiten las consecuencias de la ansiedad en ámbitos que inicialmente no se habían visto interferidos por la misma, de forma que sus efectos perjudiciales no se extiendan
- Evitar fuentes de estrés innecesarias: es importante tener en cuenta que la persona que sufre la ansiedad se encuentra en una situación en la que cualquier pequeño contratiempo puede actuar como un disparador de la misma , manteniendo e intensificando el problema.
4. Ayudarlo a pedir ayuda de un experto
Si la ansiedad empeora con el tiempo y las medidas preventivas no son suficientes, puede ser de utilidad que anime al ser querido a consultar con especialistas de la salud mental y le facilite información para que pueda acceder a un tratamiento adecuado.Tras la Psicoterapia, tú como familiar o amigo, puedes seguirlo apoyando en esta complicada batalla contra la ansiedad.
Fuente: Gemma Balaguer y Carlos Baeza (2008)