La falta de comunicación es uno de los motivos más frecuentes por el que se solicita ayuda psicológica. Alrededor del 80% de las personas que acuden a terapia de pareja explican que tienen una comunicación deficitaria, que han dejado de entenderse y que las peleas se han vuelto más frecuentes. “Casi no hablamos, no sé qué decirle”, “cada vez tenemos más silencios”, “ya no le hablo de mi trabajo porque creo que no me va a entender”… ¿Quién no, en algún momento, se ha sentido así?
Causas de la falta de comunicación en la pareja
Si nos encontramos en una relación en la que la comunicación está deteriorada, lo primero que tendríamos que hacer es preguntarnos el cómo hemos llegado a ese punto. Proponemos algunas causas que explican el por qué no hay comunicación en la pareja:
- Puede ser porque tanto nuestra pareja como nosotros hayamos adquirido la costumbre de no hablar mucho o de sólo compartir y dialogar sobre asuntos que consideramos importantes.
- Quizás no queramos expresar a nuestra pareja emociones y sentimientos por miedo a la reacción de ésta, ya que son cuestiones delicadas, como dudas sobre la relación, alguna crítica sobre su forma de actuar, algo que no nos gusta de ella… por lo que callarnos, a corto plazo es más beneficioso, ya que conseguiremos evitar una pelea.
- Otra causa sería pensar que lo que le vamos a contar a nuestra pareja no le va a parecer importante o bien, que directamente no nos va a entender, por lo optamos por no decírselo.
Otros factores que pueden afectar a la comunicación en la pareja pueden ser: los años de relación, la presencia de hijos e hijas (por lo que dejamos de hablar de nosotros mismos para prestarles toda la atención a nuestra descendencia), el estrés por el trabajo, el ritmo de vida y la falta de tiempo de ocio para compartirlo exclusivamente con nuestra pareja.
¿Cómo es una relación de pareja sin comunicación?
Diversos autores como Juan Capafons, Mª Dolores Sosa o Jacques Salomé y Sylvie Galland, proponen una serie de procesos que las parejas con una comunicación disfuncional llevan a cabo:
- Somos más sensibles a la información negativa, es decir, prestamos más atención a una crítica que a diez halagos que nos dedique nuestra pareja.
- Practicamos inferencias: “yo supuse que querías decir…”, “yo creía que no te importaba”, “yo pensaba que ya no me querías”… sacamos conclusiones sin que nuestra pareja nos dé información.
- Proyectamos nuestros propios deseos y gustos hacia la pareja: “yo pensaba que te gustaría ir al campo el domingo”.
- Interpretamos erróneamente el lenguaje no verbal. Significa que deducimos información por un gesto, una mirada, una cara… que hace nuestra pareja.
- Practicamos un número más elevado de conductas verbales negativas, como burlas, quejas, faltas de respeto, uso de un tono elevado de voz, críticas excesivas…
- Dedicamos muy poco tiempo (o casi ninguno) a escuchar a la pareja. Preferimos convencerla de nuestra opinión o idea más que a escuchar lo que nos quiere decir.
- Muy relacionada con la anterior se encuentra el que estamos más pendientes de lo que vamos a decir que de lo que nuestra pareja nos quiere contar.
- Orgullo y resentimiento. El no haber solucionado problemas anteriores, sentimientos de venganza o enfado y los deseos de quedar por encima de nuestra pareja, hace que la comunicación se debilite. Estos procesos provocan que nuestra relación se vaya deteriorando, convirtiéndose en un foco de infelicidad que manifiestan muchas parejas en consulta.
Busca Ayuda Psicológica
Si después de intentar arreglar la comunicación de la pareja no se logran avances no esperes mucho tiempo busca ayuda profesional que les pueda apoyar