La Salud Mental Masculina.

La Salud Mental Masculina.

Para hablar de la salud mental masculina, primero hablaremos de que en los últimos años, la salud mental ha dejado de ser un tema tabú para convertirse en una conversación global, pero aún existe un grupo que permanece que poco es considerado: los hombres. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los hombres mueren por suicidio tres veces más que las mujeres en la mayoría de los países de ingresos altos, y en América Latina la proporción llega a ser de hasta cuatro a uno, sin embargo; son ellos quienes menos acuden a terapia, menos hablan de sus emociones y menos piden ayuda. ¿Por qué? Porque durante siglos se les enseñó que “los hombres no lloran”, que la vulnerabilidad es debilidad y que el dolor emocional debe permanecer en silencio.

Esta educación poco funcional tiene consecuencias devastadoras. La depresión en los hombres no siempre se manifiesta con llanto o tristeza visible. A menudo aparece como irritabilidad, ira explosiva, aislamiento, consumo excesivo de alcohol o comportamientos de riesgo. Muchos hombres llegan a consulta cuando ya están en crisis profunda: divorcio, adicción, ideación suicida o burnout extremo. Y cuando llegan, suelen decir la misma frase: “Nunca pensé que me pasaría a mí”.

Las causas son múltiples y se entrelazan. La presión por ser proveedor económico genera ansiedad crónica, especialmente en contextos de desempleo o precariedad laboral. La paternidad, que debería ser fuente de alegría, muchas veces se vive con culpa por “no estar suficiente” o “no hacerlo bien”. Las relaciones de pareja se resienten cuando el hombre no sabe expresar miedo, tristeza o inseguridad, y termina explotando o alejándose. A esto se suma la soledad masculina: estudios recientes muestran que los hombres tienen menos amistades cercanas que las mujeres y que, a partir de los 35 años, muchos no tienen a nadie con quien hablar de temas profundos sin miedo al juicio.

La pandemia potenció: aislamiento, pérdida de empleo, incertidumbre económica y la imposibilidad de “desahogarse” en espacios tradicionalmente masculinos como el fútbol con amigos o el bar después del trabajo. Muchos se quedaron solos con sus pensamientos y sin herramientas para manejarlos. Pero hay esperanza. Cada vez más hombres famosos —deportistas, actores, músicos— están hablando abiertamente de su terapia, sus crisis de ansiedad o sus episodios depresivos. Dwayne Johnson, Ryan Reynolds, Luisito Comunica, Sebastián Yatra o el piloto Lewis Hamilton han compartido sus luchas, y eso está cambiando la narrativa. Las nuevas generaciones de hombres crecen viendo que pedir ayuda no te hace menos hombre, te hace humano.

¿Qué podemos hacer?

Normalizar la terapia masculina. No es “cosa de locos” ni “cosa de mujeres”. Es mantenimiento de salud, igual que ir al gimnasio o al cardiólogo.

Crear espacios seguros. Grupos de hombres que se reúnan a hablar sin competencia ni bromas que minimicen el dolor están creciendo en toda Latinoamérica, como “Hombres en Círculo” en México.

Enseñar a los niños varones que todas las emociones son válidas. Que llorar no los hace débiles, que pedir ayuda los hace valientes.

Cuidar el lenguaje. Dejar de decir “sé hombre” cuando alguien expresa dolor. Mejor decir: “está bien no estar bien”.

Prestar atención a las señales: cambios de humor extremos, aislamiento, consumo excesivo de alcohol/drogas, frases como “ya no puedo más” o “no le importo a nadie”.

La salud mental masculina no es un problema individual, es un problema cultural. Mientras sigamos midiendo la masculinidad por la capacidad de soportar sufrimiento en silencio, seguiremos perdiendo hombres valiosos. Pero si empezamos a entender que la verdadera fortaleza está en reconocer cuando necesitamos ayuda, podemos salvar vidas, en Psicoterapia Integral Metepec lo sabemos y contamos con profesionistas especializados en salud mental, enfocados en tu bienestar.

Mtra. PDI. D. S. Alcalá S.

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