Si estás buscando una vida distinta, mejorar la calidad de tus días, alcanzar tus sueños… bien sea por un reciente ciclo, una etapa que se termina o inicia, si has decidido hacer cambios en tu vida o simplemente se trata del comienzo de un año nuevo, sea cual sea la razón que te impulse en este momento, permíteme guiarte para crear las oportunidades que te acerquen a la vida que necesitas o anhelas. Y cuando al fin hayas llegado al momento de la trasformación, experimentarás el poder que se genera durante el proceso del cambio, dentro de ti y a tu alrededor, en cada área de tu vida y, en cada relación.
La vida es un proceso de constante cambio, que nos exige ir desarrollando habilidades y talentos distintos para adaptarnos de la mejor manera.
Generalmente son las circunstancias las que nos obligan a cambiar: la carencia de recursos, la enfermedad, las pérdidas significativas; el dolor y el sufrimiento aceleran drásticamente el proceso de cambio e incrementan potencialmente el grado de desarrollo, ampliando en el mejor de los casos, el grado de consciencia.
Si bien es cierto que, estos procesos nos convierten, no son los únicos que pueden lograrlo, también están aquellos que de manera responsable y consciente elegimos; como por ejemplo, cuando queremos potenciar nuestras capacidades, cuando buscamos desarrollar nuevos talentos, superar ciertos hábitos o condiciones de vida menos favorables, relacionarnos de modos más saludables, adquirir más experiencia y sabiduría, entre muchas otras cosas que nos permiten mejorar la calidad de nuestra existencia.
Es una elección personal si dejamos que la vida nos obligue a cambiar, o bien, si somos conscientes y observamos las cosas evidentes que nos indican que algo puede o debe ser mejorado, para crear la vida que deseas o en el menor de los casos, para evitar dificultades presentes o futuras, complicaciones o daños irreparables.
Entre sobrevivir a la existencia y crearse una vida con determinación y enfoque, hay una enorme diferencia. Sobrevivir al día a día conlleva mucho desgaste emocional y físico, merma todos los recursos y va generando deterioro en varias áreas del ser. En cambio, trascender a las necesidades y experiencias difíciles, implica adaptarse con mayor eficiencia, generando una empoderada versión de uno mismo.
Cada uno de nosotros tiene la capacidad de elegir, o no, alejarse de todo aquello que ocasione daño y de enfocarse en construir crecientes oportunidades que mejoren la calidad de vida.
¿Cómo lograr el cambio?
El poder del cambio se centra en ocuparse con precisión de estos tres factores:
Primero, atiende a las necesidades físicas que se te presentan -estados biológicos y bioquímicos-. De forma breve ocúpate de ellos, para que el cuerpo se halle en condiciones de realizar el trabajo mental necesario para resolver con mayor eficiencia los requerimientos, los conflictos y la causa raíz de sus malestares. Por ejemplo, ante un momento de ansiedad, lo primero a atender serían todas las manifestaciones físicas que se presentan, para permitirle posteriormente a la mente, analizar la situación que le aqueja. En el proceso psicoterapéutico trabajaríamos para ampliar esta consciencia sensorial y emocional, así como el desarrollo de estrategias para lograr la adecuada gestión de emociones, nos ocupamos en desarrollar todas las habilidades de la inteligencia emocional.
En segundo lugar, trabaja en tus pensamientos. Revisa la información sobre la cual basas tus juicios de valor, que te hace elegir lo que eliges, porque reaccionas como lo haces, cuáles son las necesidades –emocionales y físicas- detrás de cada situación, ya que estos predisponen tus emociones y acciones. Siguiendo el mismo ejemplo, en este punto nos ocuparíamos de analizar las necesidades que hay detrás de miedos y preocupaciones que disponen a la condición ansiosa, qué tan reales son las referencias que tomamos para determinar que algo verdaderamente representa una amenaza a nuestra vida. Dentro del proceso terapéutico se va analizando el sistema de creencias y sus distorsiones cognitivas, se ayuda a detectar las carencias emocionales subconscientes e inconscientes, se identifican los valores, las prioridades y se aprende a tomar elecciones en función de su importancia, se realiza un análisis funcional de la conducta, se observan patrones de comportamiento, se aprende a realizar un análisis de costo beneficio; entre otras cosas, se ayuda a realizar una restructuración cognitiva que derivan en vivir las experiencias desde nuevos enfoques, distintas emociones y la elección de acciones más conscientes y en sintonía.
Hay que aprender a cultivar con sabiduría a la mente, las emociones y también las acciones, se generan en función de lo que te permites creer y pensar.
Por último, realiza las acciones correctivas precisas. Ocúpate de atender las causas de tus malestares. Si atiendes las causas, las manifestaciones tarde o temprano desaparecerán, es decir, no habrá más síntomas.
Las repeticiones de ciertas circunstancias en nuestra vida, lo que solemos llamar patrones conductuales, indican que algo en esa cuestión no está resuelto, atiéndelo.
Sé congruente, revisa que tus acciones, hábitos y forma de vida estén alineados con eso que quieres para ti. Las carencias detectadas o conflictos, deben llevarte a consolidar acciones que solventen las necesidades detectadas. Para cerrar el ejemplo diremos que, después de analizada la situación, toma acciones claras y contundentes priorizando aquellas que promuevan directamente eso que quieres lograr. Este, es el paso más importante de todos, toma acción. Deja de evadir, evitar, ignorar, procrastinar o sobre pensar las cosas que hay que reparar, deja de buscar a los culpables de las circunstancias en tu vida. Hazte cargo.
Por tanto, sé proactivo y todas las áreas de tu vida se verán fortalecidas de manera saludable. Deja de depositar en otros la responsabilidad de lo que te acontece. Conviértete en un agente de cambio y hazte responsable de ti mismo, deja de ser reactivo a las circunstancias, libérate del estancamiento e inestabilidad emocional, del conflicto y las relaciones tóxicas, del sufrimiento crónico y la autodestrucción. Hazte cargo de ti, deja atrás la incompetencia emocional, la victimización, la dependencia, los hábitos destructivos y los pensamientos rumiantes que tanto desgastan y no resuelven, ocúpate de atender tus propias necesidades (emocionales y físicas). Libérate de las emociones desbordadas y necesidades emocionales que subyacen a la mayoría de tus elecciones y acciones no conscientes (miedo, enojo, tristeza). Sé resiliente. Evoluciona. Transfórmate. Crea tu propia historia. Reinvéntate. El proceso terapéutico adecuado te ayudará a lograrlo.
En concreto te diré que, la clave está en ayudar a nuestro cuerpo a mantenerse saludable y a recuperar la calma cuando así lo requiera, en cultivar pensamientos de manera sensata y en tomar acción inmediata de forma clara, contundente y congruente.
¿Cómo lograr tus objetivos y metas? ¿Cómo superar condiciones desfavorables? ¿Cómo acercarte a la vida que deseas?
Céntrate, primero, en detectar con claridad las necesidades reales detrás de eso que deseas, porque tus acciones deberán estar direccionadas a cubrirlas. Segundo, en sintonía con lo anterior, analiza que te falta para conseguir lo que quieres y que te detiene u obstaculiza alcanzarlo. Tercero, toma acciones contundentes y en congruencia. Enfócate en estos tres puntos y experimentarás el poder del cambio en tu vida.
En Psicoterapia Integral Metepec podemos acompañarte a trasformar tu vida. Te ayudaremos a desarrollar las habilidades necesarias que, al ponerlas en práctica, te permitan generar oportunidades saludables de vivir de una manera más feliz y plena, a tener una vida con propósito y mejorar la calidad de tus relaciones. Aprende a vivir en armonía, nosotros podemos apoyarte.
Psicóloga María Elizabeth Márquez López.