No cabe duda que hemos pasado por una de las crisis sociales más fuertes de los últimos años, personas que tuvimos que despedir para siempre, trabajos e incluso bienes materiales que se dieron por perdido, todo por sobrevivir y superar a medias la situación.
Sí bien esto nos dejará marcados para siempre, ¿cómo evitar que sea de una forma negativa?
Las crisis nos sacan de nuestra zona de confort, nos ponen a prueba, nos hacen ver a la mala de qué estamos hechos. Claro que duele, cuesta trabajo, pero sobre todo nos hace valorar lo que dábamos por hecho. Evidentemente no hay vuelta atrás, no seremos los mismos ni el mundo volverá a ser igual después de esta pandemia, todo cambia… Para bien o para mal, eso depende de nosotros.
El reto está en honrar la memoria de los que ya no están, cuestionarnos qué hubiera querido esa persona para nosotros, cómo evitar que haya sido en vano el fallecimiento, crear conciencia y entender la fragilidad de la vida, lo que nos lleva a valorar y darle un nuevo significado al existir, tanto propio como de esas personas que nos rodean, ya no hay tiempo para resentimientos, para corajes de antaño, para malentendidos con familia, parejas o amigos, quizá no los volvamos a ver, quizá todavía hay oportunidad…
Los bienes materiales van y vienen, no son estáticos, depende de nuestra constancia y dedicación la forma de generar el cambio.
¿Qué nos deja esta crisis? Es la pregunta más relevante que debemos aplicar día a día cuando sintamos que flaqueamos.
¿Qué puedo aportar al mundo y cómo lo puedo mejorar desde mi trinchera? Cada uno sabe el compromiso moral en esta sociedad, que aunque sean pequeñas acciones aportan a un cambio progresivo y de reflexión.
El humano no es un ser estático, inamovible, más bien el cambio puede ser en dos direcciones, el crecimiento pero también desafortunadamente puede ser en nuestra propia destrucción, aceptar y dejar ir no es ni será una acción sencilla, reflexiona y permítete acercarte a profesionales, no normalicemos la ansiedad, depresión, enojo porque son secuelas de la situación actual.
Entendamos que el bienestar no es más que una decisión.
Psic. Cesar Luna.
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