Cuando hablamos de mentiras y niños, podemos recordar que existe una frase que dice “los niños nunca mienten” pero la realidad es que llega una edad entre los tres y cuatro años, donde los menores identifican lo que es verdad y lo que es mentira. Al principio no son del todo conscientes de ello, porque pueden distorsionar su realidad sin intención, pero a partir de los 5 años ya saben que mentir está mal.
Se puede generar por varios motivos, como por ejemplo que puede deberse a que son comportamientos aprendidos, ya sea porque los padres suelen mentir, también lo llegan hacer para obtener algo a cambio o bien para librarse de consecuencias por sus acciones, como los castigos. No olvidemos que los niños están en una etapa de exploración y descubrimiento, por lo tanto, el experimentar una conducta diferente, porque están explorando conductas novedosas, como un proceso de prueba y error de diferentes acciones, de que podría pasar o que consecuencias podrían existir si se realiza esto. Los niños comienzan a enfrentar inseguridades con sus iguales, y puede provocar que comiencen a mentir, platicando de historias inventadas para impresionar a otras personas, y así subir su autoestima y no sentirse menos ante los demás, o por sentido de supervivencia a no ser la burla de los demás por su orgullo y dignidad. Incluso hay niños que buscan lo contrario pasar por desapercibido mintiendo que ellos están bien, evitando que las personas a su alrededor se inquieten por su bienestar.
Se trata de una etapa normal del desarrollo del niño porque suele ser transitoria. Sin embargo, es importante que se les corrija en el momento, para que no se repita la situación.
¿Cómo se debe de actuar con las mentiras en los niños?
- Ser modelos: Como padres tienen que dar el ejemplo de no mentir, ser claros con los menores.
- No mostraste molestos: por qué si los menores ven que los padres reaccionan de una forma impulsiva y molesta, ellos por intuición provoca que mientan por miedo a ser descubiertos.
- Hacerlo caer en razón y dar ejemplos claros: Enseñarle la importancia de decir la verdad y las consecuencias que puede tener, se puede usar cuentos, videos que hablen de ello para mayor claridad, esto dependería de la edad.
- Razonamiento de honestidad: darles la oportunidad de reconsiderar su respuesta sin temor a reacciones impulsivas o represalias inmediatas.
- Reconocerles cuando logran ser honestos: El felicitarlos por decir la verdad es una manera de fortalecer la confianza en los menores. Eso no justifica que no abra consecuencias por sus actos.
- Evitar etiquetar como mentiroso: El llamarlos mentirosos puede dañar más que afrontar la razón de la mentira, haciéndolo creer que lo es.
Muchas veces los padres se sienten culpables de las mentiras de sus hijos, porque la sinceridad es un valor fundamental, pero no hay que olvidar que son estrategias que los niños han ido descubriendo. Entonces, el saber por qué a los padres les podría generar una sensación de tranquilidad el dividir la mentira del comportamiento suscitado sus hijos han mentido, porque a veces puede ser un error no intencionado y por miedo a cómo van reaccionan con él, si es aceptando el error que tuvo o recurrir a mentirles. O si la propia mentira agravó por estar encubriendo cosas o información, y saber que consecuencia puede tener. El tener una actitud más sincera y menos impulsiva de castigar, podría ayudar a fomentar una buena comunicación padre e hijos.
Las mentiras infantiles suelen ser parte del desarrollo, siendo comportamientos comunes, sin embargo, no se pueden pasar por desapercibido para que no sean problemas graves en un futuro. El observar que tan frecuencia lo hacen, o la gravedad.
No dudes en buscar ayuda de un profesional, en Psicoterapia Integral Metepec, se brinda con expertos en psicología infantil, que ayudara a comprender las causas de las mentiras de tus hijos y la manera de como abordarlas de forma correcta y más efectiva.
Mtra. Erika Servín Márquez.