La dermatitis nerviosa se caracteriza por ser una condición médica en la que la persona que la padece frente a episodios de nervios o estrés comienza a producir rojeces o protuberancias en la piel que presentan comezón e incomodidad. La piel sufre esta inflamación debido a los conflictos emocionales que se encuentra atravesando la persona.
Las áreas en las que afecta esta dermatitis se extiende a muchas partes del cuerpo e incluso la afección puede ser rotativa y no siempre siguen un patrón uniforme, pudiendo así afectar distintas zonas del cuerpo en diferentes momentos como si recorriera nuestro cuerpo, sin embargo algunas zonas son más comunes que otras.
En las zonas afectadas más recurrentes se encuentran las siguientes:
- Manos
- Cara
- Cuello
- Muñecas
- Codos y rodillas
Estas zonas podrían sufrir algunos de los siguientes síntomas:
- Descamación
- Enrojecimiento
- Erupciones
- Comezón
Los síntomas van de leves a síntomas graves dónde la piel comienza a tener daños difíciles de tratar e incluso empeora cayendo en infecciones. Ya que los síntomas pueden ir de ocasionales a crónicos.
¿Cuáles son las consecuencias psicológicas de presentar dermatitis nerviosa o emocional?
La persona que la padece aparte de sentir esta dificultad para administrarse de forma adecuada emocionalmente, comenzará a sentir desconfianza hacía su cuerpo, enojo por los síntomas que presenta y desesperación por no poderlo controlar de manera adecuada. Derivando así en una baja autoestima y una percepción devalorada de sí mismo. Dónde el enojo se deposita en uno mismo en vez de ser enfocado a las situaciones que nos originan el padecimiento.
Con el correr del tiempo el paciente deja de sentirse a gusto con la ropa que le gustaba, comienza a ocultar determinadas partes del cuerpo por miedo a la critica o los comentarios. Si recibe comentarios despectivos le es muy difícil afrontarlos, por el enojo que deposita en su padecimiento. Llevándolo así a sentirse deprimido y fuera de lugar, con el tiempo bajará su sociabilidad y habrá actividades que dejará de hacer.
Su vida completa girará en torno a estos malestares y padecimientos, haciendo que se vulva más complicado salir del proceso crónico.
¿Cómo se trata este padecimiento?
Se debe considerar que no hay una cura definitiva para la dermatitis nerviosa, debido a que ya existirá una predisposición de nuestra piel a padecerla, cómo en el caso de muchas enfermedades. Sin embargo, se pueden tomar medidas para controlarla y reducir su aparición.
Para su tratamiento se deberá combinar la atención dermatológica con la psicológica. La importancia de abordar las condiciones emocionales es muy importante en estos padecimientos, debido a que de no tratar el origen de lo que lo esta generando la recurrencia será mayor y nos será muy complicado lidiar con los síntomas cutáneos.
Al consultar un dermatólogo el podrá darte este referente de que se trata de una dermatitis emocional, dando administración también de un tratamiento tópico, medicamentos orales y la sugerencia de evitar rascarte.
En la parte psicoterapéutica será importante trabajar el manejo del estrés con una terapia cognitivo- conductual, que te ayude a sentir tus emociones en orden, bajar tu ansiedad y poder llevar un estilo de vida más saludable.
Normalmente los síntomas psicosomáticos expresados por el cuerpo en esta enfermedad, van de la mano con la irá y la tristeza reprimida, debido a las situaciones que vivimos en nuestro día a día.
Ningún padecimiento médico que se agudice frente a periodos de estrés debe ser pasado por alto, es importante atenderlo oportunamente. Sentirse mal no debe ser considerado algo normal.
En psicoterapia integral Metepec, se encuentran psicoterapeutas capacitados para trabajar con esta clase de padecimientos para que puedas desarrollarte plenamente y feliz en tu vida. Comienza con nosotros esta aventura de autoconocimiento y crecimiento emocional.
Psic. Gia Musacchio